El litigio judicial Pampita-Barrantes llevó al extremo las acusaciones cruzadas de los cuasi-famosos. Poco a poco la estima que se tenían o posible reputación fue echada por tierra al debelarse las imputaciones que constan en el expediente: “Carolina me hacía ir a comprar profilácticos al kiosco, y siempre quería hacer el amor cuando llovía” acusa el malogrado modelo gráfico. Pero las respuestas de lado de la pampeana no se hicieron esperar: “supuse que le gustaban los hombres cuando lo encontré con revistas triple x de hombres abajo del colchón, Barrantes no es ningún hombre de bien, los días que viví con él demostró tener menos elegancia que eructo de mortadela” disparó la modelo. Barrantes blasfemó de adúltera a su ex esposa y acusó sin atenuantes: “no puedo decir que se prostituyó porque no pude probarlo pero si que estuvo con un chileno de mucho menos estilo que sho”. Finalmente el juicio quedó en manos del ex marido y ya pretenden simplemente olvidar viejos rencores: “no quiero ver más a ese hijo de puta” habría dicho Ardohain en la intimidad.
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