Momento óptimo para interesarse por la vida de los tartagalences. Luego de ser evacuados más de 1500 indigentes llegaron las cámaras de televisión y Cristina Fernández a la zona del desastre. La primer mandataria fue oportunista para los anuncios y lanzó el cuarto plan canje de la era. "No me asusta el alud que azotó a los Tartagalences, porque el alud a mí no me tocó, pero si quiero anunciar un plan que va a sacar de la debacle esta empobrecida y olvidada ciudad" confesó la presidenta a Telefé Noticias.
Justo cuando aumentan los reclamos que le piden trabajo al gobierno llegó un anunció que no tiene ni un cascote de barro de zonzo. Cristina exigió que se recoja todo el barro que provino del alud por deforestación y que con eso se va a lanzar la "Industria Moderna de Hornos de Barro" más conocida como IMHB.
Cristina escapó del barro de la política y se metió de lleno en la "campaña silenciosa". Mientras "los argentinos" ya planean cambiar su elegante cocina de Garbarino con tal de dar trabajo a otros argentinos "tenemos que revitalizar la industria, no importa a que costo" sustanció la mandataria. Los argentinos tendrán 3 meses para usar las viejas cocinas porque luego "habrá canje para todo el mundo" refirió Randazzo. Las medidas parecen llenar de regocijo a los pobladores de Tartagal aunque otros creen que se podrían enterrar con estas medidas. Por fin los argentinos se animan a sacrificarse un poco por sus semejantes.
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